“Durante cinco años el llamado caso Corpesca se ramificó como una hidra y salpicó la reputación de varios parlamentarios y funcionarios públicos. El bochorno de la ley de pesca, impulsada por Pablo Longueira desde el ministerio de Economía durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, instaló en la ciudadanía la noción de que los grandes grupos económicos gozan de un acceso privilegiado al proceso legislativo. En este caso, una industria monolítica, concentrada en siete familias, había desplegado un lobby inédito a lo largo de las dos últimas décadas.

Sin embargo, existe otra lectura de la ley de pesca que tardará varios años en adquirir espesor histórico y que hoy, con la información disponible, solo podemos entrever mediante evidencia circunstancial. Su tramitación y, de manera más general, la gestión de Longueira como ministro de Piñera ?el político ?con más futuro?, el príncipe de las mareas que sabía navegar con experticia en las aguas del posmodernismo político chileno? fueron vistas como el cumplimiento de un viejo anhelo de la derecha. Dos antiguos adversarios habían depuesto sus querellas por un objetivo superior.

Carlos Tromben, autor del best seller de no ficción Crónica secreta de la economía chilena, arremete en estas páginas con un análisis tan filoso como certero de la última gran lucha de poder de la política chilena: ?¿Y si la ley de pesca no hubiese sido el fin de la guerra sino su prolongación por otros medios? ¿Si en vez de un símbolo de la paz hubiese sido, en realidad, la batalla final por el liderazgo absoluto de la derecha?.”