“En 1877, el mismo año en que veía la luz Anna Karenina, de León Tolstói, y Guillaume Tiberghein era nombrado profesor honorario de la Institución libre de Enseñanza de Madrid, aparecía en Bruselas el libro La Personnalité, de Jenaro Abasolo.

Justamente en la capital belga, ciudad masona, krausista y liberal, el filósofo chileno continuaba, a través de esta publicación, su solitaria causa editorial que poco tenía que ver con una fría estrategia orientada a la fama o al éxito ─esta vez a nivel europeo─, sino con una exigencia que surgía de su propia emocionalidad que le impulsa a promover las reformas sociales y políticas tendientes a redimir a la masa desheredada, cuestión muy en sintonía con el pensamiento de la mayoría de los filósofos europeos de la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, Abasolo entiende que, para ello, hay que enmendar primero el pensar y proponer una síntesis filosófica capaz de iluminar el destino del hombre del porvenir. Sin duda, el publicar y difundir sus ideas más especulativas bajo el título de La Personnalité constituía parte de esta misión autoimpuesta que se completaría, según su propio plan, más tarde, con la exposición de su doctrina práctica bajo el encabezado La personalidad política.

La edición, traducción, notas y el estudio introductorio han sido preparados por Francisco Cordero Morales y Pablo Martínez Becerra.

La publicaciòn del libro ha sido financiada por el proyecto del Fondo Nacional del Libro y la lectura de la Regiòn de Valparaìso 2019.
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