Reseña

“Estilo de masas era (y es) un libro necesario en tiempos de ausencia. Penúltima obra del poeta, los textos que la componen se entroncan en la épica social americana, estilo propio del poeta, teorizado y ejemplificado en su libro Arenga sobre el arte (1949). Discípulo de Heráclito y de Platón, Pablo de Rokha es dialéctico y dialógico, creando poemas vivos, pletóricos de personajes trazados con tintes violentos y tiernos, en fecunda conversación entre la historia personal del poeta y la Historia de Chile; recordando antaño, para ver mejor ogaño. En ellos, las imágenes poéticas se suceden sin dar respiro, avalancha que ordena el caos, ya que, para el poeta, el oficio de la literatura trabaja con las entrañas de la humanidad, “sacando con mano temeraria y corajuda, el orden de lo humano-cosmos desde el desorden de lo arcano-caos, el orden de lo humano-cosmos, que es lo bello eterno, homogéneo o lo bueno-sublime”.

Naturalmente, como se trata de Pablo de Rokha, no habla desde torre de marfil alguna, sino desde la materia chilena proletaria y campesina, enfrentando al mundo como poeta roto y huaso: “Usted quiere que yo le converse de mi mismo. Pero si yo mismo soy eso. Toda la familia, Chile, los huasos, los rotos, porque yo soy huaso y roto. Con orgullo de serlo. Los mineros, los pescadores, los arrieros, el inquilinaje hambreado y pateado, el proletariado y el campesinado nacional. Por eso mis libros, como mis hijos, salieron de adentro de Chile. Mis libros, como mis hijos, y yo”, dice en una entrevista tras el Premio Nacional.”